Hace mucho tiempo,
aproximadamente en el año de 1996; nos
mudamos a una casa que se encontraba en una cerrada con solo 6 casas; solo era
temporal y se encontraba por en las orillas de Tepepan; cuando llegamos era un
desastre, grafitis en varias paredes; la hicimos funcional.
La dueña que era una señora
alemana que llegó a establecerse a México desde joven, se casó con un nativo de
Tepepan; después de unos meses nos preguntó qué sino nos habían asustado o habíamos
visto algo extraño, cuando le dijimos que no, ella nos comentó que los inquilinos
no estaban más de seis meses y cuando se iban decían que pasaban cosas
extrañas.
Bueno, nos narró que en la época
de la Revolución mexicana, exactamente en ese predio que es bastante grande; en
esa época a pie de calle existía una cantina y debido a la Revolución en esa zona
hubo muchos muertos; y por lo mismo se quedaron muchas almas en pena, que no
encontraron su camino. Después de un tiempo corto, empezamos a tener experiencias
muy graciosas (claro, nosotros lo sentíamos y veíamos así).
En ese entonces teníamos 3
perritos chiquitos; un día me encontraba regando el jardín, había una ventana
no muy grande del comedor que daba al jardín; de repente vi que mi perrito iba
directo a la ventana y después corría hacia la cocina, por lógica tenía que
salir al jardín, pero no fue así. Entre por la cocina y le llame y me dicen
esta acostado, claro que me quede perpleja, porque lo vi muy clarito, seguí
regando. Cuando vuelvo hacia la ventana, otra vez lo volví a ver, en ese
momento lo que vi y muy claro fue a un
duende entonces empecé a jugar con el, le aventaba agua y corría hacia la cocina,
alejaba el chorro de agua y el duende se regresaba a la ventana; y así unos
minutos hasta que lo deje de ver.
Otra historia en ese mismo lugar,
enfrente de la casa estaba una pizzería,
en aquella ocasión llego la camioneta de valores, pero ya los tenían muy
estudiados los asaltantes; desafortunadamente los de valores, teniendo una
camioneta blindada abrieron su puerta y
lo paso es lo que actualmente vivimos
todos los días, fallecieron; aquí la intervención de los espíritus, fue
que teníamos una ventana muy pequeña del baño que daba a la calle, enfrente de
la pizzería, mi hermana se había asomado por esa ventana pensando que eran
cuetes, rápidamente cerro la ventana al ver la situación. Al día siguiente llegaron
a investigar, porque decían que había una viejita asomándose por la ventana del
baño y querían hacerle preguntas, la situación es que no había ninguna viejita;
los investigadores hicieron la descripción; en tres ocasiones fueron a
preguntar diferentes personas exactamente lo mismo y con la misma descripción
de la viejita, no había nadie con esa descripción; concluyo entonces, que
algún espíritu se hizo presente o disfrazo a mi hermana para protegerla.
Digamos que ese lugar estaba
hechizado, porque ocurrían cosas extrañas; en una ocasión estábamos tres
personas en el comedor platicando, en un momento de esa reunión vi literal
atravesar una pared a otra, me quede perpleja, pero en ese momento a los otras
dos personas que estaban conmigo, ellas mismas vieron lo mismo que yo y al
mismo tiempo preguntamos, ¿vieron eso?
Otro día, estaba en esa misma
casa cocinando, cuando le pregunte algo a mi mamá; y me contesto que ahorita
bajaba; pasaron varios minutos y como no bajo, subí a su habitación; eran unas
escaleras de caracol y al subir a la mitad de esas escaleras se veía perfecto
la recamara de mi mamá, en ese momento claramente vi entrar a su baño a la
misma persona que acabo de platicar en el párrafo anterior, me quede extrañada
y le dije a mi mamá no que ibas a bajar y me contesta a qué hora, yo estaba
durmiendo no te pude contestar nada….
En otro momento, en la habitación
de mis papás estaba mi mamá recostada con una de mis perritas, cuando ella abre
los ojos, se da cuenta que un hombre delgado, de tez morena, estaba acariciando
a la perrita; y cuando iba yo subiendo las escaleras, se desvaneció; me lo
comento mi mamá, pero ya no se hizo presente.
Esta casa sí que tenía cosas muy especiales; durante nuestra estancia ahí de casi tres años pasaron cosas por el estilo; agradezco haber vivido esa experiencia, porque fueron divertidas, en el momento que nosotros teníamos que cambiarnos de casa, la dueña nos comentó que fuimos las únicas personas que duraron más tiempo en esa casa; probablemente querían asustarnos, no lo sé, pero si lo vemos así, lo que no sabían es que no éramos temerosos de esas situaciones. Después de nosotros, solo vimos dos inquilinos más que estuvieron menos de seis meses; ¡la casa no ha vuelto a ser habitada hasta el día de hoy!.
Excelente historia de la prima
ResponderBorrarAdemás de una narración extraordinaria de la otra prima
ResponderBorrar