En mi texto de ayer, compartí la dirección del correo del blog para que se pusiera en contacto quien me escribió que su mamá vivió en la unidad Kennedy en la misma época que yo. A pesar de haber estado al pendiente, no fue sino hasta hoy y de manera presencial que lo supe.
Nos conocimos hace 12 años, su nombre es Águeda y cuando, en una charla le platiqué sobre el blog en el que escribo,desde hace mucho tiempo titulado Diario de Ágata, comentó con asombro que su nombre significa ágata y afirmaba ser “tocaya” de mi gatita.
Creo ser afortunada por contar con una famiia tan amplia, pues las amistades forman parte de la familia debido a los lazos fraternales que nos unen. La amistad se fortaleció en el ámbito laboral y trascendió al social.
Cuando mi hijo falleció, ella fue una de las grandes amigas que mostró su apoyo, su generosidad y su compasión. Incluso me brindó su ayuda en el cuidado de mi perra Fanny durante algunas semanas después del trágico suceso.
Estoy profundamente agradecida con ella, su escucha atenta, su disposición para brindar su ayuda, su alegría, su generosidad y muchas más virtudes han sido para mí un verdadero apoyo en mi proceso de aceptación del destino.
Me pregunto si es coincidencia que su mamá haya vivido cerca de mi domicilio infantil y que Águeda sea una de mis amigas más queridas o si esto ya estaba escrito en nuestras líneas de vida.
Querida Aguedita, esta canción es para tí.
https://www.youtube.com/watch?v=Wkt08G3V25E
Yo con mi bandera en alto que es mi familia y tu formas parte de ella, te quiero, tal ves en otra vida hicimos un pacto como en esta.
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